lunes, 25 de enero de 2016

La domesticación

El primer paso crucial para la civilización fue el dominio del fuego que permitió habitar cuevas, ahuyentar depredadores y cocinar comida. El siguiente paso fue la domesticación de animales y plantas que inició la agricultura e hizo al hombre sedentario. Algunos se mantuvieron nómades, pero la civilización se desarrolló alrededor de la agricultura hace 10.000 años. Aunque los animales domésticos de hoy son muy distintos de sus ancestros silvestres, estos son fácilmente identificables. El registro fósil conserva el ancestro común de los animales que aún quedan en estado salvaje con los que fueron domesticados.
La agricultura y la domesticación de animales se iniciaron en el Cercano Oriente, hoy aceptado como cuna de la civilización. Los primeros en ser domesticados, hace más de 10.000 años, fueron los cerdos, vacas y cabras; especies capaces de convertir en proteínas una vegetación pobre. Ellos fueron parte importante del alimento en los inicios de la civilización del Cercano Oriente. Luego el hombre aprendió a obtener de sus animales otros productos derivados de la leche.
Hace 5.000 años en Mesopotamia se criaron carneros por su lana, que fue trabajada en telares. En Egipto, hace 6.000 años, se registra por primera vez el uso de animales para trabajar el campo. Simultáneamente, al norte del Cáucaso, en lo que hoy es Ucrania, se originó otro uso trascendental de animales: fue domesticado por primera vez el caballo, que en menos de 1.000 años llegó a Grecia, Europa Central y Asia. El burro ya había sido domesticado en Egipto y el camello en el Cercano Oriente. En esa misma época en Asia se inventó la rueda; no tardó en aparecer la primera carreta y el animal de tiro encontró empleo estable.

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